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Tipos de mordida: cuál tienes y por qué es importante saberlo
¿Sabías que los distintos tipos de mordida pueden influir no solo en la estética de tu sonrisa, sino también en cómo masticas, hablas o respiras? La forma en que los dientes encajan al cerrar la boca —conocida como oclusión— no solo influye en cómo masticas, hablas o respiras, sino también en la salud de tus dientes, encías y articulaciones, e incluso en la apariencia de tu rostro.
Aunque muchas personas piensan que los tratamientos de ortodoncia solo se enfocan en alinear los dientes, uno de los principales objetivos es lograr una mordida funcional y equilibrada. Cuando la mordida no está bien alineada, pueden aparecer dificultades para masticar, molestias en la mandíbula o desgaste prematuro de los dientes.
En este artículo te explicamos de forma clara cuáles son los tipos de mordida más comunes, por qué se producen y cómo pueden corregirse con ortodoncia. Al conocer mejor los tipos de mordida, podrás entender con mayor claridad el diagnóstico que recibas y el enfoque personalizado que seguimos en Ortounión.
Tipo de Mordida Clase I: La alineación ideal
La mordida Clase I se considera la más equilibrada desde el punto de vista funcional y estético. En este caso, los dientes superiores e inferiores encajan correctamente, permitiendo una masticación eficiente y una distribución uniforme de las fuerzas.
Aun cuando exista una buena relación entre los maxilares, puede haber pequeñas alteraciones como apiñamiento dental o espacios que también requieren corrección con Ortodoncia.
Nuestro objetivo en Ortounión es alcanzar o conservar este tipo de mordida, ya que promueve una sonrisa saludable, estable y armoniosa.
Tipo de Mordida Clase II: Dientes superiores adelantados
Este tipo de mordida ocurre cuando el maxilar superior está más adelantado que el inferior, haciendo que los dientes frontales superiores sobresalgan. En el lenguaje cotidiano, muchas personas la identifican como “dientes salidos” o una “mordida adelantada”.

Puede deberse a factores genéticos o a hábitos como la succión del dedo o el uso prolongado del chupo en la infancia. Además de afectar la estética facial, puede generar dificultades para morder correctamente o aumentar el riesgo de traumatismos en los dientes.
El tratamiento varía según la edad del paciente: en niños y adolescentes es posible intervenir con ortopedia funcional, mientras que en adultos generalmente se recurre a Ortodoncia fija o, en casos complejos, a cirugía Ortognática.
Tipo de Mordida Clase III: Mandíbula inferior adelantada
En este caso, la mandíbula inferior se encuentra más proyectada que la superior, haciendo que los dientes inferiores cierren por delante de los superiores. Se asocia comúnmente con el término “Prognatismo”.

Esta alteración puede comprometer la función masticatoria, generar desgaste dental excesivo y afectar el equilibrio facial. En muchos casos, su origen está vinculado a antecedentes familiares, como sucede con otras maloclusiones.
Cuando se detecta en edades tempranas, puede corregirse con Ortopedia y Ortodoncia. Cuando el caso es severo y el paciente ya ha finalizado su etapa de crecimiento, y según la complejidad del caso, puede ser necesario complementar la Ortodoncia con una intervención quirúrgica que permita alinear correctamente los maxilares.
¿Tienes dudas sobre tu Tipo de Mordida?
Agenda una valoración con nuestros Ortodoncistas y recibe un diagnóstico completo y personalizado.
Otros tipos de mordida que requieren atención
Además de las clases I, II y III, existen otras alteraciones que afectan el contacto entre los dientes y pueden interferir con una buena función oral.
Mordida cruzada

Se presenta cuando uno o más dientes superiores cierran por detrás de los inferiores, en lugar de hacerlo por delante como sería lo normal. Esta condición puede afectar un solo diente, un grupo de dientes, un lado de la boca o ambos. Cuando no se trata, puede provocar un desgaste desigual en los dientes, desequilibrio en la masticación y favorecer el crecimiento asimétrico del rostro, especialmente en pacientes en crecimiento.
Mordida abierta

Ocurre cuando, al cerrar la boca, queda un espacio visible entre los dientes superiores e inferiores, lo que impide el contacto normal entre ellos. Esta separación puede estar localizada en la zona anterior (incisivos) o posterior (molares), dificultando funciones como masticar correctamente o pronunciar ciertos sonidos. Suele estar relacionada con hábitos como empujar la lengua contra los dientes, chuparse el dedo o respirar por la boca durante largos periodos.
Mordida tipo borde a borde

Se caracteriza por un contacto directo entre los bordes de los dientes superiores e inferiores al morder, sin que exista una ligera superposición de los dientes superiores, como es lo ideal. Esta posición puede generar presión excesiva sobre los bordes incisales, aumentando el riesgo de desgaste dental prematuro, fisuras en el esmalte e incomodidad al masticar.
Sobremordida profunda

En este caso, los dientes superiores cubren de forma excesiva a los inferiores al cerrar la boca. En situaciones avanzadas, los dientes superiores pueden incluso contactar o dañar las encías inferiores. Esta condición puede provocar molestias al morder, afectar la estética del rostro y generar presión adicional sobre los dientes inferiores, aumentando el riesgo de problemas funcionales y desgaste acelerado.
Estos casos también pueden corregirse con Ortodoncia, y en algunos pacientes es necesario utilizar dispositivos especiales o incluso combinar tratamientos con cirugía maxilofacial.
¿Cómo definimos el tratamiento adecuado para tu tipo de mordida?
El punto de partida siempre es un diagnóstico completo por la Ortodoncista. En Ortounión realizamos una evaluación clínica detallada que puede incluir fotografías, radiografías y modelos de tu mordida. Esto nos permite identificar con precisión el tipo de maloclusión y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
Dependiendo del caso, podemos utilizar:
- Brackets metálicos o estéticos
- Alineadores transparentes
- Dispositivos ortopédicos (en pacientes en crecimiento)
- Cirugía maxilofacial correctiva (cuando el caso lo requiere por su complejidad)
Una vez identificado el tipo de mordida, es importante comprender qué opciones de tratamiento existen y cómo cuidar tu salud oral durante el proceso. Si estás considerando iniciar Ortodoncia, te recomendamos leer nuestro artículo sobre brackets metálicos y qué debes saber antes de decidir, una guía completa para tomar una decisión informada.
Conclusión
Reconocer qué tipo de mordida tienes es fundamental para cuidar tu salud oral a largo plazo. Las alteraciones en la oclusión no solo afectan la estética de tu sonrisa, sino que también pueden provocar problemas funcionales que empeoran con el tiempo.
En Ortounión, nuestro compromiso es ayudarte a lograr una mordida equilibrada, cómoda y saludable. Te acompañamos desde el diagnóstico hasta la finalización del tratamiento, con una atención personalizada y cercana en cada etapa del proceso.
¿Notas que tus dientes no encajan bien? ¿Sientes molestias al morder o hablar? Estamos listos para ayudarte. Porque más allá de alinear dientes, en Ortounión trabajamos por tu bienestar integral.
Detectar una Maloclusión a tiempo hace la diferencia.
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Preguntas frecuentes sobre los tipos de mordida
¿Cómo saber qué tipo de mordida tengo?
Un Ortodoncista, mediante una valoración completa, es quien puede determinar exactamente tu tipo de mordida y si requiere corrección. En Ortounión realizamos un estudio completo que nos permite diagnosticar con exactitud tu caso y recomendar el tratamiento más adecuado.
¿Las mordidas incorrectas siempre requieren Ortodoncia?
No todas, pero sí la mayoría. Algunas maloclusiones leves pueden mantenerse estables sin tratamiento si no generan molestias ni afectan la salud oral. Sin embargo, en muchos casos la Ortodoncia es necesaria para evitar complicaciones funcionales o estéticas a largo plazo.
¿Tener una mordida desalineada puede provocar otros problemas más allá de lo estético?
Sí. Las alteraciones en la mordida pueden provocar desgaste dental, dificultad para masticar, dolor en la mandíbula, problemas en la articulación temporomandibular (ATM), e incluso afectar la postura o la respiración.
¿A qué edad es recomendable corregir una mordida?
Lo ideal es detectar y tratar los problemas de mordida durante la infancia o adolescencia, cuando los huesos aún están en desarrollo. Sin embargo, nunca es tarde para corregir una maloclusión: cada vez más adultos buscan tratamiento para mejorar su función y estética dental.
¿La cirugía siempre es necesaria en casos graves?
No siempre. Algunos casos severos pueden corregirse solo con Ortodoncia avanzada, pero cuando hay alteraciones importantes en el desarrollo óseo (especialmente en adultos), la cirugía ortognática puede ser parte del plan de tratamiento para lograr resultados funcionales y estéticos duraderos.
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