El tratamiento de Endodoncia o comúnmente conocido como “tratamiento de conducto” es llevado a cabo por un Endodoncista, siguiendo una secuencia de pasos muy precisos:
Pruebas diagnósticas para la Endodoncia
En este caso, el Endodoncista realiza varias pruebas en la zona afectada, para detectar en el diente(s) el origen del problema.
Con la ayuda de un instrumento, bien sea el espejo o la sonda de exploración, percute (golpes repetidos) el o los dientes sospechosos y donde hay alguna reacción, se presume que es donde está el problema.
Tras la prueba de percusión y según la respuesta obtenida, el Endodoncista procede a realizar pruebas de Vitalidad Pulpar, es decir, valora a través de estímulos térmicos de frio o calor, si el diente responde, con esta prueba determina si el nervio del diente se encuentra sano o si por el contrario, tiene algún tipo de afección irreversible.
Luego se procede a realizar una radiografía periapical para confirmar la pieza a tratar, además para poder analizar cómo es la anatomía del nervio y por tanto, la dificultad que tendrá el tratamiento de Endodoncia al momento de realizarlo.
Preparación del diente al tratar el nervio
Una vez hecho el diagnóstico del diente y haber determinado que la Endodoncia es el tratamiento más adecuado para esta pieza, se anestesiará ese diente para que el paciente no sienta ningún tipo de dolor durante el procedimiento.
Se proseguirá realizando la apertura cameral, que consiste en eliminar la caries del diente y si presenta algún tipo de restauración en ese diente también se eliminará. Es aquí donde el especialista valorará si el diente se puede restaurar o no (en el caso que no se pueda restaurar se tendría en cuenta otro tipo de tratamiento).
Posteriormente procede a realizar el aislamiento del diente a tratar, este paso es indispensable para el éxito de la Endodoncia, ya que si el diente no es aislado, entonces no podrá desinfectarse correctamente, y es posible que el tratamiento se contamine con saliva y con el tiempo el tratamiento fallará.
Para realizar el aislamiento se utilizará un Clamp y un dique de goma; el Clamp no deja de ser una grapa que envuelve el diente y así poder sujetar el dique de goma, que es una malla elástica que separa el diente del resto de la boca.
Hecho esto se puede acceder al nervio que se va a tratar. Este nervio o lo que queda de él, se retira progresivamente mediante la utilización de limas que se irán introduciendo, dentro del o los conductos de la raíz dental, es decir, se introducen por la vía en donde se encuentran los nervios que se quieren retirar.
Entre cada lima, el Endodoncista debe irrigar, es decir, debe lavar el área con un desinfectante que ayude a la eliminación del contenido bacteriano, que suele encontrarse dentro del conducto del diente.
Obturación de los conductos radiculares.
Una vez que el diente ya está completamente limpio y preparado, el Endodoncista procede a rellenar los conductos en donde originalmente se encontraba el nervio con un material biocompatible, capaz de mantener esa vía sellada y protegida de las bacterias.
Restauración del diente con composite o endocorona
Este es el paso más importante para el éxito de la Endodoncia, tras “matar el nervio”, el diente debe ser sellado con una restauración de composite (resina) o con una corona de porcelana, según sea el caso, para asegurar la sobrevivencia del diente por muchos años.